¿Se avecinan vehículos eléctricos más baratos? GM y LG dicen que las nuevas celdas de batería son la clave

General Motors y LG Energy Solution han anunciado una nueva fase en su asociación actual: desarrollar una nueva química de celdas de batería que podría reducir significativamente el costo de los vehículos eléctricos. El esfuerzo conjunto se centra en celdas de batería de fosfato de hierro, manganeso y litio (LMFP), una variación del fosfato de hierro y litio (LFP) que está ganando popularidad por ser más asequible y menos dependiente de materiales costosos como el níquel y el cobalto.

Esto es un gran problema porque los costos de las baterías siguen siendo el mayor gasto en la producción de vehículos eléctricos. Según GM y expertos de la industria, las células LMFP podrían ayudar a acercar el costo de los vehículos eléctricos a, o incluso a la par, el de los autos propulsados ​​por gasolina. ¿El objetivo? Hacer que los vehículos eléctricos sean accesibles a una gama más amplia de conductores sin sacrificar la autonomía ni el rendimiento.

GM planea utilizar estas baterías LMFP en futuros vehículos eléctricos basados ​​en Ultium, su plataforma eléctrica modular que sustenta modelos como el Chevrolet Equinox EV y el Blazer EV . Esos modelos tienen un precio que comienza entre $ 35 000 y $ 50 000, aún notablemente más alto que los vehículos con motor de combustión interna (ICE) más populares de GM, como el Equinox y el Silverado a gasolina, que a menudo comienzan cerca de $ 28 000 y $ 36 000, respectivamente.

Si las baterías LMFP pueden reducir los precios de los vehículos eléctricos, esa brecha podría reducirse rápidamente. Esto sería clave para ayudar a GM a alcanzar sus objetivos de adopción de vehículos eléctricos a largo plazo y al mismo tiempo mantener la rentabilidad. A diferencia de algunas baterías químicas más caras, las baterías LMFP son más estables y rentables, especialmente cuando se producen a escala. GM y LG dicen que la producción de estas nuevas células se realizará en EE. UU., lo que respaldará las cadenas de suministro nacionales y la elegibilidad para incentivos fiscales.

En resumen, esta asociación no es sólo un experimento científico: es un paso hacia la solución de uno de los mayores obstáculos del mercado de vehículos eléctricos: la asequibilidad. Si tiene éxito, podría marcar un punto de inflexión en la era eléctrica, donde elegir un vehículo eléctrico ya no significa pagar una prima.