Pantallas flexibles: ¿cómo funcionan y tienen inconvenientes importantes?

Entre las diversas mejoras que han recibido los teléfonos inteligentes y las tabletas durante la última década, las pantallas flexibles son sin duda una de las propuestas más interesantes y con un enorme potencial para cambiar el mercado. La tecnología aún es relativamente nueva, a pesar de que varias empresas la han explorado durante más de una década.

Después de ver varios dispositivos nuevos integrar con éxito pantallas flexibles con diferentes niveles de éxito, está claro que esta tecnología llegó para quedarse. La única pregunta en este momento es cuánto tiempo tomarán las pantallas flexibles para convertirse en algo común. Echemos un vistazo a cómo funcionan las pantallas flexibles modernas y las consideraciones futuras para este rincón del mercado.

¿Qué es una pantalla flexible?

Las pantallas de los teléfonos inteligentes son tradicionalmente rígidas debido a la capa de vidrio utilizada en su producción. Sin embargo, los diseños modernos basados ​​en OLED han eliminado con éxito la necesidad de eso, implementando la pantalla en una capa muy delgada, hasta el punto en que se vuelve flexible. Luego, la pantalla se cubre con una fina capa de plástico, que desafortunadamente es susceptible de rayarse.

Las soluciones modernas también implementan protección de vidrio. El Galaxy Z Flip fue una pequeña revolución en este sentido, utilizando una fina capa de vidrio debajo de la cubierta de plástico. Si bien la superficie principal todavía estaba acabada con plástico, el vidrio subyacente seguía siendo una mejora importante con respecto a los diseños anteriores en el mercado.

En algunos casos, las pantallas flexibles son solo una ilusión. Algunos dispositivos cuentan con dos o más pantallas alineadas una al lado de la otra, con especial énfasis en eliminar el borde entre ellas. Estos dispositivos suelen ser más versátiles en términos de los tipos de capas superiores que soportan, en algunos casos incluyen una cubierta de vidrio completa.

Historia y estado actual del mercado

Las pantallas flexibles existen desde hace una década. Los diseños iniciales fueron bastante decepcionantes, pero algunos de ellos terminaron siendo reutilizados en otros dispositivos. Por ejemplo, la pantalla curva del Galaxy Note Edge en realidad comenzó como un prototipo de un dispositivo de visualización flexible.

Samsung siguió con otro diseño unos años más tarde, el Galaxy Round. Esto no fue bien recibido, lo que llevó a la empresa a seguir otros caminos.

El Galaxy Z Flip 3 es un ejemplo notable de un dispositivo que incorpora una pantalla flexible, y algunos afirmaron que debería marcar nuevas tendencias en el mercado. Desafortunadamente, otros fabricantes no han intentado seguir la tendencia, por lo que queda por ver si la idea tiene un verdadero potencial. El dispositivo se vendió bastante bien, lo cual es una buena señal.

Y en algunos casos, se utilizaron pantallas flexibles para lograr un efecto diferente. El iPhone X, que inició la tendencia de las pantallas con esquinas curvas, en realidad utilizó una pantalla flexible para lograr eso sin sacrificar ningún espacio alrededor de los biseles.

La función no se publicitó ampliamente porque Apple se centró en el resultado principal de su implementación: las propias esquinas curvas.

Los dispositivos de visualización flexibles son caros

Las pantallas flexibles siguen siendo relativamente caras en comparación con sus contrapartes habituales y, a menudo, sacrifican la calidad visual. Esto se nota especialmente cuando la pantalla se pliega en un ángulo particular. Al mismo tiempo, las pantallas flexibles tienden a tener una vida útil más limitada en comparación con las tradicionales.

Las estimaciones para los diferentes modelos varían, pero el punto sigue siendo que doblar la mayoría de las pantallas modernas demasiadas veces eventualmente las dañará permanentemente.

Para la mayoría de las necesidades de los usuarios, los diseños actuales deberían poder durar mucho tiempo. Pero este es todavía un punto que debe ser abordado por la mayoría de los fabricantes, especialmente en el contexto de los precios más altos asociados a los dispositivos de visualización flexibles.

Aplicaciones fuera de los teléfonos inteligentes

También es importante tener en cuenta que las pantallas flexibles tienen un gran potencial fuera del mercado de los teléfonos inteligentes. Otros dispositivos pueden utilizarlos para mejorar su usabilidad. Además, con el aumento de la popularidad de los dispositivos portátiles, es probable que los nuevos dispositivos que salgan en el futuro aprovechen esta tecnología.

Los relojes inteligentes son un buen candidato para la tecnología de pantalla flexible. Sus diseñadores ya hacen todo lo posible para que sus pantallas sean lo más compactas posible, y las pantallas flexibles ofrecen algunas ventajas directas a este respecto. Suelen ser más delgadas que las pantallas tradicionales, lo que las hace adecuadas para dispositivos de este tipo.

Luego están los dispositivos médicos y otros casos de uso especializados. Incluso si las pantallas flexibles no despegan de inmediato, encontrarán un lugar en otras áreas. Será interesante ver qué tipo de cambios facilitan en otros mercados.

Los juegos también se perfilan como un campo en el que estos dispositivos podrían tener un lugar viable. Entre la realidad virtual y las nuevas funciones que se introducen en las consolas modernas y sus controladores, es posible que veamos algunos enfoques que integran pantallas flexibles.

Parece que los jugadores estarían ansiosos por probar nuevas tecnologías en general, lo que hace que ese mercado sea una perspectiva atractiva para los desarrolladores en el campo. Sin embargo, hasta ahora no hemos visto ningún desarrollo real en ese frente.

¿Reemplazarán las pantallas flexibles las pantallas tradicionales?

Con todo lo dicho, la pregunta principal sigue siendo: ¿se convertirá eventualmente en una tendencia común en el mercado en su conjunto? Como mencionamos anteriormente, existen casos especializados en los que las pantallas flexibles o flexibles tienen potencial.

Pero al mismo tiempo, es cuestionable qué tan rápido se adoptará esta tecnología en general, dependiendo del precio, la aplicación y otros factores de disponibilidad. Los nuevos desarrollos en el campo han hecho que el proceso de producción sea más asequible, pero probablemente pasará un tiempo hasta que las pantallas plegables establezcan una presencia permanente en el mercado y se conviertan en algo común.

Hasta entonces, aquellos que estén ansiosos por probar esta tecnología ya tienen algunas opciones disponibles. A juzgar por las tendencias actuales, los próximos años podrían traernos dispositivos aún más exclusivos que integran esta tecnología.