Neuralink de Elon Musk probará si su implante cerebral puede controlar un brazo robótico
La compañía Neuralink de Elon Musk ha dicho que está a punto de comenzar a probar una tecnología que podría permitir a una persona con parálisis controlar un brazo robótico con sus pensamientos.
"Estamos entusiasmados de anunciar la aprobación y el lanzamiento de una nueva prueba de viabilidad para extender el control de la interfaz cerebro-computadora (BCI) utilizando el implante N1 a un brazo robótico de asistencia en investigación", dijo Neuralink en una publicación en X el lunes.
Describió el desarrollo como “un primer paso importante hacia la restauración no sólo de la libertad digital, sino también de la libertad física”.
Neuralink ha estado desarrollando una interfaz cerebro-computadora (BCI) desde su fundación en 2016 y, luego de pruebas con animales , implantó con éxito su primera BCI en un voluntario humano a principios de este año. En abril, publicó un vídeo que mostraba al voluntario, tetrapléjico Noland Arbaugh, usando sus pensamientos para controlar un cursor para mover piezas de ajedrez en una pantalla de computadora.
Neuralink reveló en agosto que había implantado un chip cerebral en un segundo voluntario y tiene planes de realizar ocho ensayos más en los próximos meses. Además de su trabajo en curso, Neuralink ahora quiere ampliar el uso de la tecnología para ver qué tan efectiva puede ser para controlar un dispositivo externo como un brazo robótico, que, si tiene éxito, tiene el potencial de brindar a las personas con parálisis un nuevo nivel de independencia.
Neuralink utiliza un robot para colocar quirúrgicamente los hilos ultrafinos y flexibles del BCI en una parte del cerebro que controla la intención del movimiento. Una vez colocado, el implante, que es estéticamente invisible, es capaz de registrar y transmitir señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica la intención del movimiento, dijo la compañía.
El objetivo principal del trabajo actual de Neuralink con voluntarios humanos es evaluar la seguridad del implante, así como la eficacia del robot quirúrgico que lo realiza. También está evaluando las capacidades reales de la interfaz.
Musk fundó Neuralink con un pequeño equipo de científicos e ingenieros. Se sabe que otras empresas están explorando tecnología similar, como BrainGate, por ejemplo, que permitió a un paciente humano con parálisis comunicar sus pensamientos convirtiendo su escritura imaginada en texto.