La nave espacial Starliner de Boeing, que tuvo problemas, volverá a volar
La NASA y Boeing volverán a intentarlo con la nave espacial Starliner, que ha tenido problemas, según un comunicado emitido por la agencia espacial estadounidense el lunes.
El Starliner lleva años en desarrollo y transportó a su primera tripulación a la Estación Espacial Internacional (EEI) el año pasado. Sin embargo, la misión estuvo plagada de problemas, dejando a dos astronautas de la NASA —Butch Wilmore y Suni Williams— varados en la estación orbital durante casi nueve meses, cuando se suponía que solo permanecerían allí unos días.
Ahora, más de un año después de que el Starliner vacío regresara a la Tierra, y ocho meses después de que la tripulación regresara a casa a bordo de una nave espacial SpaceX Crew Dragon, la NASA ha anunciado un contrato modificado con Boeing que reduce ligeramente el número de vuelos tripulados específicos que utilizan la nave espacial.
El próximo vuelo de Starliner, denominado Starliner-1, no llevará tripulación, sino carga a la estación espacial. También servirá como vuelo de prueba para evaluar la seguridad de la cápsula para futuros vuelos con astronautas a la EEI, tras las mejoras realizadas al vehículo tras la desafiante misión del año pasado.
La NASA y Boeing tienen previsto que el vuelo de la Starliner-1 tenga lugar no antes de abril de 2026. Si el vuelo transcurre sin incidentes y se considera que los sistemas críticos de la cápsula funcionan correctamente, la Starliner realizará hasta tres rotaciones de tripulación a la EEI, la primera de las cuales podría tener lugar también en 2026.
“La NASA y Boeing continúan probando rigurosamente el sistema de propulsión de Starliner como preparación para dos posibles vuelos el próximo año”, declaró Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, en una publicación en el sitio web de la NASA el lunes. “Esta modificación permite a la NASA y a Boeing centrarse en la certificación segura del sistema en 2026, ejecutar la primera rotación de la tripulación de Starliner cuando esté lista y alinear nuestra planificación de vuelo actual para futuras misiones de Starliner según las necesidades operativas de la estación hasta 2030”.
El Boeing Starliner ha tenido una historia difícil, marcada por múltiples problemas técnicos y retrasos.
Su vuelo de prueba inaugural sin tripulación en 2019 sufrió una serie de errores de software que le impidieron llegar a la ISS y dieron lugar a años de trabajo en un intento por solucionar las cosas.
Pero la única misión tripulada, lanzada el año pasado con Wilmore y Williams, también experimentó problemas como fallas en las válvulas, fallos en los propulsores y fugas de helio. A pesar de los esfuerzos por solucionar la situación en órbita, los funcionarios de la NASA decidieron regresar a casa sin tripulación, preocupados por la seguridad de la Starliner para un viaje tripulado.
La decisión dejó a Wilmore y Williams en la estación espacial durante casi nueve meses cuando esperaban estar allí sólo ocho días .
A pesar de todos los desafíos, la NASA y Boeing han apoyado al Starliner y ahora le están dando otra oportunidad en lo que será una misión muy seguida.
