La NASA hizo algo especial hoy hace 64 años

La primera misión de una nave espacial de la NASA tuvo lugar hace 64 años esta semana, aunque no funcionó como estaba previsto.

Pioneer 1 se lanzó desde Cabo Cañaveral el 11 de octubre de 1958 y tenía la intención de orbitar la luna en una misión que se produjo tres meses después de la fundación de la NASA.

El objetivo era estudiar la radiación ionizante, los rayos cósmicos, los campos magnéticos y los micrometeoritos cerca de la Tierra y también en la órbita lunar.

Sin embargo, luego del lanzamiento de la nave espacial en un cohete Thor-Able, la velocidad de su empuje hacia la luna no fue lo suficientemente fuerte, lo que impidió que alcanzara a nuestro vecino más cercano. Dos días después, la Pioneer 1 tuvo un final feroz al quemarse en la atmósfera de la Tierra.

Sin embargo, no todo fueron malas noticias, ya que, durante su breve salida, la nave espacial logró transmitir a los científicos alrededor de 43 horas de datos sobre la atmósfera cercana a la Tierra.

Esta réplica que se muestra arriba fue ensamblada en 1963 por el contratista principal, Space Technology Laboratories Inc, a partir de piezas originales que no cumplían con las especificaciones de vuelo. Museo Nacional del Aire y el Espacio

Pioneer 1 era un vehículo espacial relativamente pequeño con una sección media cilíndrica de 29,1 pulgadas (74 centímetros) de diámetro y una altura de 30 pulgadas (76 centímetros). En un extremo sobresalía un cohete de inyección de propulsor sólido de 11 kg y una caja de cohetes, mientras que ocho cohetes de ajuste de velocidad de propulsor sólido de bajo empuje más pequeños también estaban unidos en una formación de anillo.

La nave espacial llevaba consigo un sistema de exploración de televisión por infrarrojos destinado a estudiar la superficie de la luna, un conjunto de diafragma/micrófono para detectar micrometeoritos, un magnetómetro de bobina giratoria para medir campos magnéticos y resistencias de temperatura variable para registrar las condiciones internas de la nave espacial.

Un informe periodístico presentado poco después del lanzamiento de la nave espacial capturó algunos de los rumores que rodearon la misión, comenzando con: "El cohete lunar de Estados Unidos provocó una gran emoción alrededor de la tierra el sábado". El informe continuó diciendo que muchas personas se sorprendieron con la misión porque "pocos pensaron que los científicos estadounidenses estarían tan cerca [del] éxito en su segundo intento", en referencia a la misión Pioneer 0 que no pertenece a la NASA que se estrelló y se quemó poco después de lanzar un unos meses antes.

Destacando la Guerra Fría entre Oriente y Occidente en ese momento, el informe describió la misión como un "logro occidental espectacular para sopesar los éxitos del Sputnik de la Unión Soviética".

La NASA aprendió mucho de sus primeras misiones Pioneer, allanando el camino para viajes cada vez más ambiciosos al espacio profundo. El último del programa, Pioneer 11, salió de la Tierra en 1973 e hizo las primeras observaciones directas de Saturno seis años después. Si bien las comunicaciones con Pioneer 11 se perdieron hace mucho tiempo, la NASA dice que se dirige hacia la constelación de Aquila (El Águila) y está en camino de pasar cerca de una de las estrellas de la constelación dentro de unos 4 millones de años.