Estados Unidos impone su primera multa por desechos espaciales
La basura espacial que orbita la Tierra es un problema creciente. Piezas viejas de cohetes y satélites fuera de servicio están orbitando nuestro planeta a gran velocidad, lo que representa una amenaza no sólo para los satélites en funcionamiento que brindan servicios críticos, sino también para los humanos a bordo de la Estación Espacial Internacional y la propia instalación orbital de China.
La situación empeora cuando la basura espacial choca entre sí, provocando que se rompan en pedazos más pequeños e igualmente peligrosos.
Mientras continuamos buscando formas efectivas de eliminar los escombros de la órbita terrestre baja, el gobierno de Estados Unidos ha comenzado a imponer multas a las empresas que no asumen la responsabilidad adecuada por la maquinaria que se deja en órbita.
En la primera multa de este tipo impuesta por Estados Unidos, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) impuso a Dish Network una multa de 150.000 dólares por no haber movido su satélite desaparecido de forma segura fuera del camino de los operativos.
Dish Network admitió responsabilidad con respecto al estado de su satélite EchoStar-7 y acordó un plan de cumplimiento con la FCC.
El EchoStar-7 de la compañía se lanzó en 2002 y se encontraba en una órbita geoestacionaria a unas 22.000 millas (35.000 kilómetros) de la Tierra. Se suponía que Dish Network alejaría el satélite 300 kilómetros (186 millas) de nuestro planeta, pero después de su desactivación en 2022 perdió combustible y se movió solo 122 kilómetros (76 millas).
Esta imposibilidad de llevar a cabo la maniobra acordada hizo que Dish Network violara los términos de su licencia de la FCC, lo que dio lugar a la multa.
"A medida que las operaciones satelitales se vuelven más frecuentes y la economía espacial se acelera, debemos estar seguros de que los operadores cumplan con sus compromisos", dijo en un comunicado el jefe de la oficina de cumplimiento de la FCC, Loyaan Egal.
Egal describió el resultado como un “acuerdo innovador”, que deja “muy claro que la FCC tiene una fuerte autoridad y capacidad para hacer cumplir sus normas de vital importancia sobre desechos espaciales”.
Es demasiado pronto para decir si la multa de la FCC será la primera de muchas, o si la acción tendrá algún efecto real sobre quienes dejan basura en órbita. Si la amenaza de multas persuade a los operadores de satélites a hacer mejores planes sobre lo que sucederá con su maquinaria después de su desmantelamiento, entonces eso está muy bien, pero limpiar las masas de escombros que ya están en órbita es una cuestión más apremiante.