El telescopio espacial Hubble encuentra una enana blanca destructiva que destroza piezas planetarias
Cuando las estrellas se quedan sin combustible y llegan al final de sus vidas, las más grandes explotan en enormes supernovas. Pero las estrellas más pequeñas pasan por un cambio diferente en el que arrojan porciones de su masa, creando una nebulosa planetaria a su alrededor y dejando un núcleo pequeño y denso llamado enana blanca. Al igual que la mayoría de las estrellas, nuestro sol eventualmente se convertirá en una enana blanca, que brillará con calor residual pero que ya no producirá energía a través de la fusión.
Aunque ya no está activa en términos de fusión, una enana blanca sigue siendo una bestia formidable. Debido a que el remanente de la estrella colapsa hasta convertirse en un pequeño núcleo, es extremadamente denso, y la gravedad de este núcleo puede causar estragos en los objetos que lo rodean. Recientemente, el Telescopio Espacial Hubble descubrió un caso de canibalismo cósmico, con una enana blanca consumiendo material rocoso y helado de su entorno circundante.
La enana blanca, llamada G238-44, es la primera que se ha observado acumulando material rocoso-metálico y material helado, lo cual es importante ya que estos son los componentes clave a partir de los cuales se forman los planetas. Por lo tanto, estudiar esta enana blanca podría ayudar a los investigadores a aprender cómo se forman los sistemas planetarios.
Los científicos saben que cuando las estrellas se hinchan para convertirse en gigantes rojas antes de perder su masa y convertirse en enanas blancas, impactan dramáticamente en cualquier planeta cercano. Y debido a que la enana blanca estudiada por Hubble está atrayendo materia relacionada con la formación planetaria, incluidos elementos como nitrógeno, oxígeno, magnesio, silicio y hierro, los investigadores pueden observar la mezcla de elementos que habrían entrado en los planetas cuando se formaron por primera vez.
Además, el hecho de que la enana blanca esté atrayendo cuerpos helados sugiere que los cometas podrían ser comunes en los sistemas planetarios, lo que respalda la teoría de que un cometa o un asteroide podría haber traído agua a la Tierra primitiva .
“La vida tal como la conocemos requiere un planeta rocoso cubierto con una variedad de elementos como carbono, nitrógeno y oxígeno”, dijo uno de los investigadores, Benjamin Zuckerman, en un comunicado . "La abundancia de los elementos que vemos en esta enana blanca parece requerir un cuerpo padre tanto rocoso como rico en volátiles, el primer ejemplo que hemos encontrado entre los estudios de cientos de enanas blancas".