El rover del planeta rojo de la NASA comparte un primer plano genial del lodo de Marte
El explorador Curiosity de la NASA ha estado recorriendo la superficie marciana desde 2012 en su ambicioso objetivo de determinar si Marte alguna vez tuvo condiciones ambientales adecuadas para la vida microbiana .
Si bien ya ha compartido evidencia sólida de que el planeta rojo alguna vez tuvo las condiciones adecuadas para tal escenario, Curiosity continúa aprendiendo más sobre Marte a través de expediciones científicas que incluyen perforaciones para obtener muestras de rocas que luego analiza en su laboratorio a bordo.
El jueves, el robusto rover compartió una impactante imagen (arriba y abajo) que muestra su último sitio de perforación. La roca de lodo marciana perturbada aparece tan cerca del objetivo que casi parece que se puede tocar. Observe con atención y maravíllese con el asombroso detalle de la imagen, y luego considere que no existe en la Tierra, sino en un lugar a unos 290 millones de kilómetros de donde se encuentra ahora.
“Les presento 'Altadena', mi 43.º pozo de perforación”, publicó Curiosity. “Lleva el nombre de una ciudad cerca de donde me construyeron en la Tierra. Tengo que tomar más muestras mientras escalo el Monte Sharp, desentrañando su historia capa por capa”.
La lutita de Marte es un tipo de roca sedimentaria formada a partir de partículas muy finas de limo y arcilla que se asentaron en antiguos cuerpos de agua. Se trata, en esencia, de los restos de antiguos lechos de lagos, lo que sugiere que Marte contuvo agua líquida durante un período extenso hace mucho tiempo.
Curiosity está realizando su trabajo en el Monte Sharp, que ha estado explorando durante gran parte de su tiempo en Marte. Este accidente geográfico es una montaña de 5.500 metros de altura en medio del cráter Gale, y cuyas capas sedimentarias, formadas a lo largo de miles de millones de años, ofrecen pistas sobre el pasado acuoso de Marte y su posible habitabilidad.
La misión del Curiosity estaba inicialmente prevista para durar no más de dos años, pero se extendió indefinidamente tras alcanzar con éxito sus objetivos iniciales. En 2021, la NASA aterrizó en Marte el rover Perseverance, aún más potente, en una misión que complementa la del rover Curiosity al impulsar la búsqueda de indicios de vida microbiana antigua en el planeta.