Demanda alega que Meta detuvo la investigación que mostraba que los usuarios se sentían mejor después de abandonar Facebook

Qué sucedió: Meta está nuevamente en la mira, y esta vez es por las acusaciones de que enterró su propia investigación sobre el impacto de Facebook en la salud mental.

  • Una nueva presentación legal sin redactar acaba de salir a la luz pública y afirma que en 2019, Meta lanzó un estudio interno llamado Proyecto Mercurio.
  • La demanda alega que este estudio encontró algo bastante condenatorio: cuando los usuarios se tomaron un descanso de Facebook durante solo una semana, informaron sentirse significativamente menos deprimidos, ansiosos y solos.
  • En lugar de compartir estos resultados o investigar más a fondo, la presentación afirma que Meta cerró el proyecto y mantuvo los hallazgos en silencio, incluso cuando el Congreso hizo preguntas difíciles sobre la seguridad de la plataforma.
  • Esta revelación forma parte de una demanda masiva y continua presentada por distritos escolares, padres y fiscales generales estatales. Acusan no solo a Meta, sino también a YouTube, Snap y TikTok de fomentar deliberadamente una crisis de salud mental entre niños y adolescentes.
  • El portavoz de Meta, Andy Stone, no se queda de brazos cruzados. Contraatacó, calificando las acusaciones de "selectivas" e insistiendo en que la compañía lleva más de una década trabajando para proteger a los adolescentes.
  • Argumentó que el estudio era solo un piloto con una metodología defectuosa, básicamente diciendo que las personas se sentían mejor porque esperaban sentirse mejor, no porque la plataforma realmente las estuviera lastimando.

Por qué es esto importante: Esto llega directo al núcleo del debate “ redes sociales versus salud mental” que hemos tenido durante años.

  • Si estas acusaciones son ciertas, significa que una de las empresas de tecnología más grandes del mundo tenía evidencia de que su producto podría estar dañando a las personas (específicamente, causándoles soledad y depresión) y decidió ocultarlo en lugar de solucionarlo.
  • La comparación que se maneja en círculos legales es con los encubrimientos de la industria tabacalera del pasado, lo cual es tan grave como puede serlo.
  • No se trata sólo de relaciones públicas corporativas; podría forzar cambios importantes en la forma en que el gobierno de Estados Unidos regula estas plataformas, especialmente cuando se trata de niños.

¿Por qué debería importarme? Seamos sinceros: las redes sociales no son solo un pasatiempo; para la mayoría, son nuestro entorno. Determinan cómo nos vemos a nosotros mismos, a nuestros amigos y al mundo que nos rodea.

  • Si quienes dirigen el programa sabían que sus aplicaciones eran tóxicas (lo que nos hacía sentir más ansiosos y solos) y seguían impulsándolas de todos modos solo para mantener altos los índices de interacción, eso se siente como una gran traición.
  • Para los padres, esto es una auténtica pesadilla. Hace que uno se pregunte si todas esas "herramientas de seguridad" y garantías de los gigantes tecnológicos son realmente protecciones o simplemente publicidad para mantener el motor en marcha.
  • En última instancia, nos obliga a plantearnos una pregunta realmente incómoda: ¿podemos realmente confiar nuestra salud mental a estas empresas cuando todo su modelo de negocio depende de que nunca dejemos el teléfono?

Lo que sigue: Esta batalla legal apenas está en la primera entrada.

  • A medida que el caso se prolonga, se espera una filtración lenta y constante de documentos y correos electrónicos internos de Meta, Google, Snap y TikTok. Cada nuevo secreto que salga a la luz añadirá más leña al fuego.
  • Los políticos ya buscan razones para tomar medidas drásticas contra las redes sociales para niños, y esta demanda podría darles la prueba irrefutable que necesitan para aprobar nuevas leyes estrictas. Prepárense para un largo y complicado drama judicial que nos recordará constantemente lo que estos algoritmos nos están haciendo a la mente.