Cuatro razones para utilizar Docker en lugar de una máquina virtual

La necesidad de transformación digital y las limitaciones que provienen de diversas aplicaciones e infraestructuras han dado lugar a avances tecnológicos. Docker y las máquinas virtuales (VM) son dos de las que les han ayudado a lograr mejores resultados.

A pesar de poder elegir uno u otro, algunos usuarios pueden encontrar que Docker funciona mejor para ellos que las VM.

En este artículo, descubrirá cuatro razones por las que debería usar contenedores Docker en lugar de una máquina virtual.

¿Qué es Docker?

Docker es un software de virtualización popular que ayuda a los usuarios en sus búsquedas para desarrollar, implementar, monitorear y ejecutar aplicaciones en un contenedor Docker.

Un contenedor es un paquete de software autónomo, liviano y fácil de usar que contiene diferentes bibliotecas, archivos de configuración y varias dependencias, que pueden ser necesarias para operar aplicaciones.

En otras palabras, los contenedores proporcionan a las aplicaciones un entorno propicio a lo largo de su ciclo de vida de desarrollo de software para que se ejecuten de la misma manera que lo harían en cualquier máquina. Los contenedores suelen estar aislados; proporcionan una gran seguridad y permiten que varios contenedores se ejecuten simultáneamente en una sola máquina host.

Además, los contenedores son livianos. No necesitan una carga adicional de hipervisor, como es el caso de una máquina virtual. Un hipervisor es un sistema operativo invitado como VirtualBox o VMWare , que depende del host. En cambio, un contenedor tiene todo en su paquete. También suele ejecutarse en el núcleo de la máquina del host.

¿Qué es una máquina virtual?

Una máquina virtual funciona con un concepto simple y directo. Por lo general, estos están aislados del resto del sistema para que el software dentro de la VM no pueda alterar el sistema operativo (SO) principal. Esta es la razón por la que las pruebas de aplicaciones infectadas con virus y otros elementos de riesgo se limitan únicamente a los confines de las máquinas virtuales.

A menudo considerado como un host, el software de VM funciona como invitado dentro de los entornos informáticos. Puede ejecutar aplicaciones, programas, versiones beta y copias de seguridad del sistema operativo sin tener que preocuparse por su impacto en el resto de los programas del sistema.

Una máquina virtual consta de un archivo de registro, un disco virtual, una configuración de NVRAM y un archivo de configuración. Un servidor físico se divide en diferentes servidores únicos dentro de este proceso, lo que permite que cada servidor ejecute su sistema operativo de forma independiente. Esto, a su vez, significa que cada máquina virtual tiene su propio hardware virtual individual.

Comparación de Docker con una máquina virtual

Al elegir entre Docker y una máquina virtual, es importante comparar ambos directamente. Ambos tienen fortalezas y debilidades únicas.

Entonces, ¿cómo se desempeñan en diferentes áreas? Miremos más de cerca.

1. Arquitectura y soporte del sistema operativo

Cada máquina virtual tiene un sistema operativo host y un sistema operativo invitado. Un sistema operativo invitado puede ser cualquier sistema, incluidos Linux, Windows y muchos más.

Por el contrario, los contenedores se limitan a la compatibilidad con su sistema operativo. Contienen un único servidor físico con su sistema operativo anfitrión nativo, compartido entre las diferentes aplicaciones. Al compartir el servidor entre contenedores, un desarrollador puede asegurarse de que estos sigan siendo livianos y funcionen sin problemas, al tiempo que tienen un tiempo de arranque limitado.

Además, los contenedores de Docker son adecuados para ejecutar múltiples aplicaciones en un solo kernel de SO. Por otro lado, una máquina virtual es su mejor opción si las aplicaciones y los servicios ejecutan diferentes sistemas operativos en un momento dado.

Ganador: Docker. Este es especialmente el caso si está buscando una consola liviana, que pueda ejecutar múltiples aplicaciones simultáneamente.

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2. Seguridad

Una máquina virtual es bastante hábil para estar sola con su kernel y ser fuerte con sus características de seguridad. Esto significa que las aplicaciones necesitan más privilegios y la seguridad se ejecuta en dichas máquinas.

Por otro lado, Docker comparte el kernel del host, lo que significa que no es recomendable proporcionar acceso de root a las aplicaciones para ejecutarlas con premisas administrativas. Los contenedores tienen acceso a los subsistemas del kernel; como resultado, una aplicación infectada puede piratear todo el sistema host.

Ganador: máquina virtual, ya que ejecuta todo de forma aislada, lo que no tiene ningún impacto en el sistema operativo principal.

3. Portabilidad

Desde el principio, la balanza de la portabilidad tiende a inclinarse a favor de los contenedores Docker. Los contenedores son paquetes independientes, lo que significa que no son confiables en ningún sistema operativo invitado ni en una plataforma específica.

Se pueden desplegar fácilmente, ya que son livianos y se pueden detener en un abrir y cerrar de ojos. Esto demuestra ser una solución ideal si desea probar su aplicación en múltiples plataformas.

Una VM, por otro lado, no es tan amigable como su contraparte, especialmente cuando uno cuestiona su estado de portabilidad. Son difíciles de migrar a través de múltiples plataformas sin riesgo de problemas de compatibilidad. Tampoco se debe usar una máquina virtual para probar una aplicación en diferentes plataformas.

Ganador: Docker, dado que son portátiles y se pueden implementar en casi cualquier ubicación.

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4. Desempeño

El rendimiento es otra pluma en la gorra de Docker. Los contenedores, como resultado de su arquitectura, consumen menos recursos. Escalar, duplicar contenedores y mejorar el rendimiento es una tarea fácil con Docker porque tienen todo dentro de una plataforma.

En pocas palabras, la falta de un sistema operativo los hace rápidos y con un mejor rendimiento en tiempos de carga pesada.

Una máquina virtual, por otro lado, agita recursos como CPU, memoria y E / S, sin los cuales dejará de funcionar según lo programado. Una máquina virtual es una entidad pesada que depende de los recursos, ya que necesita cargar todo el sistema operativo antes de que pueda iniciar cualquier trabajo de procesamiento.

Ganador: Estibadores, con su nivel de excelencia y desempeño de alta calidad.

Ahora sabe por qué debería elegir Docker en lugar de una máquina virtual

Docker tiene muchas ventajas sobre el uso de máquinas virtuales y es la opción preferida de las dos para muchas empresas y organizaciones. El uso de Docker es útil cuando se trabaja de forma remota y ofrece altos niveles de eficiencia.

Si bien el primero no puede reemplazar al segundo en el corto plazo, las máquinas virtuales continúan siendo máquinas pesadas. Como tal, pueden ser un poco difíciles de configurar sobre la marcha. Dependiendo de la situación en cuestión, tomar la decisión correcta puede quitarle horas de tiempo de preprocesamiento e instalación.