Cómo los astronautas se mantienen en forma y saludables en el espacio

El espacio no es un entorno fácil para vivir. Ir al espacio y vivir en microgravedad durante períodos prolongados tiene una variedad de efectos en el cuerpo, desde mareos similares al mareo por movimiento, hasta el deterioro de la vista y la acumulación de fluidos en la mitad superior del cuerpo. el cuerpo. Y aunque la ingravidez permite a los astronautas girar, rotar y flotar en el aire, tiene una desventaja. Sin la fuerza de la gravedad contra la cual luchar, los músculos del cuerpo comienzan a deteriorarse porque no se usan con regularidad.

Para contrarrestar esta pérdida de masa muscular y ósea, los astronautas tienen que hacer ejercicio hasta una hora cada día . Y la investigación científica sobre cómo proteger la salud humana en el espacio es uno de los objetivos clave del trabajo en la Estación Espacial Internacional, donde se realizan una serie de experimentos para evaluar la salud y el bienestar en el espacio.

El astronauta de CSA David Saint-Jacques lleva la camiseta y la diadema con sensor de salud Bio-Monitor.
El astronauta de CSA David Saint-Jacques lleva la camiseta y la diadema con sensor de salud Bio-Monitor. NASA

Una parte de eso es desarrollar sistemas para monitorear la salud que no sean intrusivos cuando los astronautas tienen trabajo que hacer. El sistema Bio-Monitor , desarrollado por la Agencia Espacial Canadiense, es una camiseta inteligente con sensores integrados que pueden medir factores como el pulso, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y la temperatura de la piel. También hay una diadema para controlar los niveles de oxígeno en sangre. Actualmente se está probando en la ISS, con la esperanza de que en el futuro pueda utilizarse no sólo para los astronautas sino también en la Tierra con fines médicos, investigación deportiva y telemedicina.

Otra investigación de la Agencia Espacial Europea, llamada Myotones, es un pequeño dispositivo para medir la rigidez muscular . Esto se puede utilizar para comprobar la eficacia de los programas de ejercicio de los astronautas, asegurándose de que no haya músculos importantes que se estén pasando por alto y que puedan degradarse.

El astronauta de CSA David Saint-Jacques dirige una sesión para VECTION.
El astronauta de CSA David Saint-Jacques dirige una sesión para VECTION. NASA

Sin embargo, no son sólo los problemas físicos los que pueden afectar a los astronautas. El funcionamiento cognitivo y la percepción sensorial también pueden verse afectados por los vuelos espaciales, por lo que también es necesario controlarlos. Esto se hace utilizando sistemas como pruebas de control motor fino, medidas a través de desafíos simulados de vuelo o conducción . Una tarea de conducción simulada, por ejemplo, requiere que las personas sean capaces de reconocer obstáculos y responder a ellos de la manera espacial y temporal correcta, además de realizar múltiples tareas. Realizar una tarea simulada antes de realizar una tarea de conducción real, como pilotar un rover, también podría ayudar a los astronautas a desempeñar mejor la tarea real.

Luego están medidas como VECTION , que investiga cómo el estar en microgravedad afecta la percepción del movimiento de las personas. En la Tierra podemos utilizar señales de nuestro sistema vestibular para ayudarnos a determinar dónde está un objeto, pero los astronautas tienen que adaptarse a la falta de gravedad. Este experimento utiliza gafas montadas en la cabeza para probar si los astronautas pueden medir con precisión factores como la altura de un objeto, incluso sin señales de gravedad.