Cómo la ESA está preparando su nave espacial para explorar las condiciones infernales de Venus
Venus no es un planeta atractivo para visitar. Desde la presión tremendamente alta en su superficie hasta sus temperaturas abrasadoras más altas que un horno, el planeta no se adapta a los visitantes, ya sean humanos o robóticos. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, hay no menos de tres próximas misiones a Venus planificadas por la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) en la próxima década, y recientemente la ESA reveló información sobre cómo probará y preparará su nave EnVision para el planeta. condiciones infernales .
EnVision entrará en órbita alrededor de Venus para recopilar datos sobre la atmósfera del planeta, pero esta no es una tarea fácil. Para ponerse en posición tendrá que realizar una maniobra llamada aerofrenado, en la que reduce su órbita rozando la parte superior de la atmósfera. Este delicado proceso también lo utilizan las naves que entran en órbita alrededor de Marte, por ejemplo, pero es más difícil en Venus porque la gravedad es más fuerte, por lo que la nave viajará más rápido.
“EnVision, tal como se concibe actualmente, no puede llevarse a cabo sin esta larga fase de aerofrenado”, explicó en un comunicado el director del estudio de EnVision, Thomas Voirin. “La nave espacial se inyectará en la órbita de Venus a una altitud muy alta, aproximadamente a 250 000 km, luego debemos bajar a una órbita polar de 500 km de altitud para las operaciones científicas. Volando en un Ariane 62, no podemos permitirnos todo el propulsor adicional que se necesitaría para bajar nuestra órbita. En cambio, reduciremos la velocidad a través de repetidos pases a través de la atmósfera superior de Venus, bajando hasta 130 km de la superficie”.
Otro desafío para la misión viene en forma de oxígeno atómico, un componente atmosférico que puede erosionar los materiales. La parte superior de la atmósfera de Venus tiene cantidades significativas de este oxígeno atómico, que podría devorar los componentes de la nave espacial a medida que pasa mientras realiza el aerofrenado.
Para probar si los materiales de la nave espacial pueden manejar esto, las muestras se exponen al oxígeno atómico en una instalación técnica de la ESA en los Países Bajos llamada Low Earth Orbit Facility o LEOX. El oxígeno atómico también es un problema en la órbita terrestre baja, por lo que esta instalación tiene experiencia en probar materiales en su contra.
En las instalaciones de prueba, se instala una cámara de vacío a la que se bombea oxígeno molecular. Luego se dispara un láser para generar oxígeno atómico, y los materiales y recubrimientos se pueden dejar en este oxígeno atómico para verificar si están corroídos.
“Queremos verificar que estas partes sean resistentes a la erosión y que también mantengan sus propiedades ópticas, es decir, que no se degraden ni se oscurezcan, lo que podría tener efectos colaterales en términos de su comportamiento térmico, porque tenemos instrumentos científicos delicados que debe mantener una temperatura establecida”, explicó Voirin. “También debemos evitar la descamación o la desgasificación, que conducen a la contaminación”.
La misión EnVision está programada para lanzarse en 2031 como muy pronto.